El eterno dilema de los humanos, la paradoja en la que nadie quiere llegar a viejo pero tampoco quiere morir. El golf no es la panacea para ser eternamente joven, pero es un revulsivo contra el mal humor, el sedentarismo y las quejas diarias, que atenúan los signos de la edad.
El equipo de la RFGM de P&P alzando el trofeo de campeones
Todo empieza en casa con los padres. Son ellos los que llevan, animan, empujan y educan a los más pequeños del golf...
Aunque pueda parecer un deporte de verano, muchos aficionados disfrutan del golf durante todo el año, incluso en lo...
Los más pequeños de la familia del golf madrileño (benjamines y alevines) jugaron el pasado sábado en Las Encinas d...